Pastora Vega: «No tengo ningún dolor del que desprenderme»
Quita dramatismo al fin de su relación con Imanol Arias . «No siento que me haya quitado un peso de encima», asegura a LA RAZÓN sobre su pasado, aunque ahora sólo tiene ojos para el futuro, esto es, para Juan Ribó
Cámaras, fotógrafos, micrófonos, grabadoras... Todos están listos, comienza el espectáculo. Es el momento de Pastora Vega. Rompe su silencio después de unos meses en los que ha vivido un terremoto vital y mediático. «Espero que después de esto me dejen en paz», asegura mientras la retocan para comenzar la ronda de entrevistas como madrina del producto para mantener la línea «4.3.2.1», que comienzan a media tarde y no finalizarán hasta que anochezca.
El próximo 28 de mayo cumple 50 años y quiere disfrutarlos sin que los «paparazzi» se aposten en la puerta de su casa: «He intentado ser amable con los medios, pero el revuelo que existe en España no lo he vivido antes. Algo hay que hacer para cambiarlo», explica a LA RAZÓN. Pastora proviene de una familia de artistas y, desde pequeña, está acostumbrada a la expectación, pero «el negocio de lo mediático ya no tiene compasión, ni con los niños, ni con nadie», concluye decepcionada.
«Eran la pareja perfecta», se escucha en la calle y en las tertulias, pero como la actriz repite que «no existen culpables, hay responsables de no haber sabido encontrar la fórmula para seguir siendo una pareja». Imanol y Pastora, o Pastora e Imanol, eran la envidia de cualquiera. Un ejemplo de estabilidad: «Sacar a la luz pública mi separación no ha sido como quitarse un peso de encima, porque realmente no existía nada negativo, ningún dolor del que desprenderse. Simplemente ha sido una decisión seria, madura y llena de sentido común con la que estamos mejor los dos», comenta la intérprete.
Siempre queda el cariño
A finales de 2009 comenzaron los rumores sobre la posible ruptura de la pareja, que llevaba casada desde 1984, y unas fotos de Pastora con el también actor Juan Ribó terminó por confirmarlos. Vega y el protagonista de «Pájaros de papel» sólo volverán a ser un matrimonio si un guión interesante llega a sus manos: «Me encantaría volver a trabajar con Imanol, nos profesamos un profundo cariño, y estoy convencida se que volveremos a compartir escenario», aseguraba Vega. Pero el término de esta relación no es un punto y final, sino más bien un punto y seguido en la vida de Imanol y Pastora: «Creo que todo el mundo pasa por situaciones difíciles y, por ello, uno es el resultado de lo que hemos vivido. Hay que seguir adelante con nuevas metas».
El optimismo con el que se enfrenta la artista a la vida no sólo se refleja en su esbelta figura –«ahora como menos y mejor. Me cuido más»–, sino también en su forma de afrontar el acoso de la prensa: «Con resignación y paciencia». Y aunque siempre ha intendado sacar una sonrisa cuando tocaba estar frente a las cámaras, ahora dice sentirse si cabe más ilusionada con el momento que atraviesa. Harta de que le pregunten sobre su relación con Ribó y el estado de su corazón, no puede más que suspirar y sonreír cuando cuestionan a la nueva Pastora: «Sigo siendo normal y corriente, lo único nuevo es que quiero volver al teatro, después de haber dejado los escenarios hace mucho tiempo». Está ilusionada y el personaje con el que regresa «es muy atractivo y me brinda la oportunidad de demostrar lo que he aprendido durante los últimos años como actriz y como persona».
«Una relación pornográfica» es el montaje, dirigido por Manuel González Gil, que compartirá con Ribó. El título de la obra no ha hecho más que fomentar el morbo alrededor del reencuentro entre Pastora y Juan, cuyos personajes se conocen a través de un anuncio de contactos. En la misma línea, es curioso que, en 1996, la artista protagonizara el único filme que ha dirigido su ex: «Un asunto privado».
Sin oportunismos
«El día que presentemos el montaje aclararé que no la hacemos para aprovecharnos del momento. Juan no tiene ninguna necesidad de eso, ni yo tampoco. Es una obra de teatro más», explicó. Aunque no sea oportunista, el proyecto tiene un incentivo que añade Ribó: «Existe química entre nosotros». Ver a la pareja cruzar diálogos seguro que consigue llenar varios días el aforo del teatro Capitol de Barcelona, donde se estrenará el 2 de junio.
El alcance mediático al que ha llevado la separación de Imanol Arias y Pastora Vega no sólo ha afectado a ellos dos, sino que sus hijos, Jon ,de 22 años, y Daniel, de ocho, se han convertido en personajes secundarios de esta historia: «Los niños lo llevan bien y si la prensa fuera más discreta, mejor». Y es que a Pastora no sólo le ha dado rabia tener que emitir un comunicado para explicar su separación, «he escuchado y leído comentarios que me han indignado. Se han dicho muchas mentiras y en más de una ocasión me han entrado ganas de coger el teléfono y llamar para desmentir numerosas afirmaciones; sin embargo, creo que con eso no hago más que meter el dedo en la llaga», concluye.
La ronda de preguntas y de aclaraciones por parte de Pastora continúa, pero hay temas por los que no pasa: «De la ex mujer de Juan no voy a decir nada porque no haría más que avivar la polémica y sólo quiero terminar con los comentarios». Eso sí, por más preguntas impertinentes que le hagan, la coquetería la mantiene siempre: «Prefiero que me hagas la entrevista desde esta posición, que es mi perfil bueno», le comenta a uno de los reporteros. En otro momento, y esta vez ante el objetivo de una cámara, riñe al fotógrofo cariñosamente: «Dejo que me hagas fotos subida a la báscula si no aparece mi peso, que además estoy vestida y seguro que muestra más kilos de los que son». Y es que se conoce todos los trucos tanto dentro como fuera de las cámaras.
Pastora Vega vive la plenitud de una segunda madurez y se la nota en el brillo de los ojos: « La cara es el reflejo del alma. Soy feliz y no me puedo quejar». Y, aunque su nueva situación sentimental ha puesto patas arriba su vida, «ahora estoy mucho más a gusto conmigo misma. Estoy de mejor humor, más contenta y activa que antes». Ya sólo queda esperar que su nueva actitud trascienda a los escenarios y su «relación pornográfica» la lleve a rodar cine: «Tal como están las cosas, lo veo muy difícil», remata.
Duelo de actores
«De la ex pareja de Ribó no voy a hablar porque caería en la provocación»
A mediados de noviembre Imanol y Pastora «cesaban su convivencia» y saltaba a escena Juan Ribó, el nuevo amor de Pastora. Y, junto a él, Cristina López, su esposa hasta el momento.
A diferencia de Arias, la mujer de Ribó se ha abonado a todos los programas del «cuore», a los que ha acudido para contar su verdad y en los que no ha dudado de arremeter contra la nueva pareja de su todavía esposo. No obstante, ninguno de los otros tres implicados le ha replicado: «De ella no voy a hablar porque sería caer en la provocación», comentó la actriz. La disolución de la pareja Arias-Vega no sólo afecta a su situación sentimental ya que también comparten una empresa, Línea Sur Producciones, que el año pasado facturó más de 600.000 euros. Dar vida a Antonio Alcántara en la serie de TVE, «Cuéntame cómo pasó» es el principal beneficio que ha aportado Imanol. Esperemos que la separación monetaria sea igual de amistosa que la sentimental.
La revolución de las cincuentañeras
- Si Demi Moore, de 47 años, y Madonna, de 51, son ejemplos de revolución femenina, ¿es verdad que los 50 son los nuevos 20? A Pastora la pregunta le hace reír: «Tanto como los nuevos 20, no creo, pero es verdad que las mujeres que superamos el medio siglo estamos mucho mejor que antes. Tanto por fuera como por dentro. Ahora ocupamos otro lugar, somos más dueñas de nuestra vocación, de nuestras relaciones. El mundo ha progresado y nosotras también. Además, ahora nos cuidamos más». Pastora no se ha revolucionado, pero sí que ha ganado confianza en sí misma: «La vida te hace aprender».
- De ahí que haya sido elegida como imagen del producto para mantener la línea «4.3.2.1.», (que regala una báscula con su compra). En estas lides le precedieron Gema Ruiz, Lara Dibildos y Sofía Mazagatos.
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