Lo suyo no es la dieta del potito. Tampoco la del sirope. La cuarta «top model» mejor pagada del mundo –según Forbes gana 6,5 millones de euros al año– no se alimenta del aire, sino de platos ricos en vitaminas y calorías. Al punto y con un puñado de buen humor a golpe de «portuñol». Porque, si algo supera la belleza de la brasileña Adriana Lima, es su simpatía y sensualidad. Lo demostró en la apertura de la primera tienda «Crystal Forest» de Swarovski, en Madrid (Gran Vía, 39).
-¿Con una de estas piezas de cristal sería más sencillo seducirla?
-Con eso solamente no, aunque me gustan los cristales porque en Brasil tienen un sentido místico y están cargados de energía. Ahora sería imposible seducirme, soy muy feliz con mi marido.
-¿Le regala muchas joyas?
-Sí, pero lo mejor que tiene él es que es muy detallista y me hace muchos regalos de corazón. Es una lástima que la gente ya no escriba cartas de amor.
-Entonces, ¿qué le enamora de un hombre?
-Que sea un buen confidente y que sea él mismo. En ocasiones intentan impresionarte y eso no me convence. También me gusta de un hombre que sea alto, serbio, que juegue en el Real Madrid y se llame Marco Jaric. Desde que conocí a mi esposo, ya no busco más hombres.
-¿Su esposo le ha pedido que se retire?
-No. Fíjate, otra cosa que me encanta de mi marido es que respeta mucho mi trabajo. Al contrario, a él le encanta mi trabajo por todas las mujeres de las que me rodeo.
-¿No le asusta verse en el ránking de las modelos mejor pagadas?
-No hago mi trabajo por el dinero. Es verdad que tiene su recompensa económica, pero si no ganara tanto no me importaría, porque yo necesito de mi trabajo en sí para ser feliz. De hecho, he rechazado trabajos porque quienes me lo planteaban no eran honestos y buenas personas.
-Gisele Bündchen lidera ese listado: ¿la ve como una rival?
-No existe competencia alguna, porque cada modelo es única y cada una tiene una belleza diferente y por tanto trabaja en ámbitos distintos.
-¿Ha puesto fecha de caducidad a su carrera?
-Soy modelo desde que cumplí los 12 años y ahora tengo 29. Si Dios y mi cuerpo me lo permiten, voy a continuar hasta que pueda. En un futuro me gustaría ser actriz, pero hay que ir despacito, poco a poco.
-¿Cuál es el secreto de su belleza exuberante?
-Soy del norte de Brasil, de Bahía. Le tiene que preguntar a ella, el mérito es suyo.
-¿Cuál es su referente como modelo?
-Tengo mi inspiración en la «pin up» Betty Page, en Marilyn Monroe y Sofía Loren.
-Todas son mujeres con curvas. ¿Cómo vive la vuelta de las modelos andróginas a las pasarelas?
-Tengo curvas y no podría quitármelas aunque dejara de comer. Cada modelo debe saber trabajar conociendo qué es lo mejor que tiene su cuerpo. Yo trabajo tanto como las modelos que están más delgadas. No hay un único mercado.
-¿Se sometería a una operación de cirugía estética?
-No estoy ni a favor ni en contra. Cada persona es diferente. No lo descarto, pero nunca retocaría mi cara.
-¿Tampoco rechaza el uso de Photoshop?
-Las cosas evolucionan, creo que es una herramienta digital más. Eso sí, me lo he instalado en el ordenador y no tengo ni idea de cómo se utiliza.
-¿Tiene defectos Adriana Lima?
-Muchos, y confesables. Soy un poco impaciente, pero lo estoy trabajando desde que me convertí en madre. Además, poseo un temperamento muy fuerte, como el de un caballo salvaje. Unido a esto, he de confesar que soy celosa.
-Es conocida por ser un ángel de Victoria’s Secret. Su embarazo –dio a luz el pasado 15 de noviembre– le impidió acudir a la cita. ¿Volverá?
-Estaré en el desfile. Desde marzo he empezado a trabajar y ya he grabado algunos anuncios que comenzarán a verse en unas semanas.
-Le habrá resultado difícil dejar en casa a su hija Valentina...
-No es fácil, pero necesito de mi trabajo para crecer. Lo más importante es organizar de forma adecuada los días laborales y los viajes. Además, contamos con la ayuda de mi familia y la de Marco para estar con el bebé.
-¿Ampliarán la familia?
-Seguro que sí, me gustaría tener dos hijos más, aunque no puedo adelantar cuándo. En eso estamos los dos de acuerdo.
-Desde enero reside en España, ¿quién se está acostumbrando mejor a la vida en nuestro país, usted o su marido?
-A todos nos está resultando sencillo, hasta al perro, que ladra en español. Los españoles sois muy simpáticos, honestos y abiertos, como en Brasil.
-¿Y la comida?
-El cocido y las gambas me encantan. Mi asignatura pendiente es la tortilla de patata. No sé cocinar cosas muy complicadas, pero me he propuesto aprender a través de internet.
-Pero, ¿ese cuerpo se puede mantener a pucheros de cocido?
-Todos los días, no, pero los domingos, sí. Voy al gimnasio a menudo para compensar.
-¿Sigue algún tipo de dieta?
-Normalmente, no. Soy terrible para asuntos de comida porque no me veo muy disciplinada.
«Lo nuestro no fue un flechazo, pero la pasión permanece»
- El pasado 23 de diciembre aterrizaba en el aeropuerto de Barajas el fichaje galáctico de invierno para la sección de baloncesto del Real Madrid: el serbio Marco Jaric. Su esposa, Adriana Lima, hizo las maletas y se mudó a nuestro país. No fue fácil, porque, sólo un mes antes, la modelo había dado a luz a su primera hija.
- «Para ser honesta, la mayor parte del tiempo lo paso con mi niña, Valentina. Vivimos en La Finca y llevamos una vida muy tranquila, tanto que apenas conozco Madrid. Disfrutamos con las cenas que organizan nuestros amigos y paseando por las calles de Pozuelo», asegura Adriana.
- A la «top» no le cuesta recordar cómo surgió el amor con Marco: «Nos conocimos en una cena en Los Ángeles hace seis años. Teníamos una amiga en común que nos presentó. Aquello no fue un flechazo, pero a partir de ahí comenzamos a vernos y descubrimos que éramos iguales, que tenemos una energía en común que no se puede separar. Fue una conquista mutua, es el hombre de mi vida». Después de este tiempo, ¿la pasión se agota? «No, crece más y más», confiesa.
J. Beltrán - Madrid
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