Se prestan al botox, discuten sobre liftings, agendan horas para masajes, consultan sobre liposucción y hasta se animan a la depilación definitiva. Lo que hace diez años podría sonar por lo menos improbable, hoy es una realidad que va de menos a más: los hombres uruguayos están cada vez más inmersos en el mundo de los tratamientos de belleza.
Así lo confirman, desde todas las clínicas especializadas, expertos en estética e incluso médicos. Es verdad que todavía, en este rubro, la proporción es ampliamente liderada por las mujeres, y también es cierto que aún quedan ciertos resabios de pudor masculino, pero eso está cambiando a paso lento y seguro desde hace al menos "tres o cuatro años", afirman. ¿Cuál es el perfil de este nuevo varón que deja atrás los prejuicios con tal de mejorar la imagen que le devuelve el espejo? ¿Qué tratamientos está más dispuesto a demandar? ¿A cuál todavía se resiste? Aquí, algunas respuestas para tener en cuenta en este día, dedicado a los papás.
Que no se note. Primero se acercaban, como quien no quiere la cosa, para indagar con algo de timidez. Lo más común era que llegaran acompañando a una novia o esposa que se sometería a algún tratamiento estético y, de paso, "ya que estaban", averiguaban qué ofrecía la clínica para ellos también. Luego, comenzaron a arribar las consultas nacidas de la recomendación de amigos o conocidos pioneros en animarse a terapias de belleza. Y finalmente, aparecieron los que, de motu propio, se lanzaron en una cruzada de investigación completa a través de preguntas a expertos o información recabada en revistas o Internet, y tenían más claro lo que estaban buscando.
En la actualidad, el público masculino que ronda las clínicas de belleza -y que se ubica mayoritariamente entre 30 y 50 años- llega por cualquiera de esas razones o por una fusión de todas. Todos los locales consultados coinciden en que el aumento de esta clientela es indiscutible: ya no son casos aislados. La proporción, que antes se podía asentar fácilmente en un hombre cada 20 mujeres, hoy se redujo a uno cada seis o siete féminas, aseguran.
Ahora bien, ¿cuáles son los tratamientos más demandados? Si bien la respuesta depende de la oferta de cada clínica, todas mencionan un denominador común: el varón opta por terapias de recuperación rápida, no invasivas y que en lo posible que no se noten demasiado.
Por ejemplo en el cuidado del rostro -una de las áreas con más dedicación de la clientela masculina- recurren mucho al botox, el peeling y la mesoterapia, comenta Sandra, de Bethel Spa, ya que son "acciones rápidas".
Desde Natural Med, la esteticista María José coincide con que el varón es algo más pragmático. "Nosotros no hacemos rellenos, pero sí practicamos la mesoterapia facial que es menos invasiva. Ellos se animan más a tratamientos que no son invasivos, les da más seguridad. Muchos sienten que la parte de rellenos o liftings se van a notar y todavía tienen eso de `me hago algo pero que los demás no se den cuenta`. Por eso optan por terapias que no van a cambiar drásticamente su apariencia".
Desde la clínica de belleza y dermatología de los doctores Pera, en Pocitos, en tanto, opinan que juega mucho en la decisión de elegir un tratamiento u otro el tiempo de recuperación. "No quieren hacerse algo que les implique estar dos semanas fuera de circulación, con postoperatorio, teniendo que suspender todas sus actividades", explica uno de los médicos a cargo. El botox, utilizado para eliminar o suavizar las arrugas de la frente, el entrecejo o las "patas de gallo", es una de las alternativas ambulatorias. "Se pueden volver a casa inmediatamente y es poco notorio. Lo mismo sucede con los rellenos que se hacen con ácido hialurónico, que se aplica en los surcos y arrugas que van de la nariz a los labios, o en las comisuras bucales, o con los peelings". Asimismo, recalca que para no llegar al lifting una opción es la colocación de hilos tensores. "Es una cirugía pero tiene menor tiempo de recuperación, menos hematomas y menos cicatrices, por lo que los hombres acceden bastante a practicarla".
Depilados. Hasta hace un tiempo se veía como la moda de un grupo reducido, quizás entre andrógino y "metrosexual". Pero luego se fue extendiendo hasta por una cuestión de comodidad e higiene. Hoy, si bien en Uruguay está lejos de ser una costumbre generalizada, la depilación masculina ya no se mira con la perplejidad de antaño. Según lo afirman los expertos consultados, es prácticamente una tendencia, sobre todo la depilación láser definitiva. "Se la hacen mucho en el marco de la barba, para que quede perfecta. También en el cuello, para evitar el roce de las camisas. Y claro, en la espalda y en el pecho", dice María José, de Natural Med. Desde la clínica pocitense, si bien no la realizan, también la mencionan como un tratamiento cuya demanda está en claro aumento. "En los años 60 tener mucho vello era un símbolo de virilidad, pero ahora se trata de disminuir o directamente eliminar porque estéticamente ya no resulta atractivo". A nivel del cuerpo, el otro servicio muy solicitado es la reducción de adiposidad localizada mediante la lipoaspiración. "A veces cuando el hombre acumula mucha grasa en el abdomen, con los llamados `rollitos` o `flotadores`, se le hace muy difícil bajarlos, por más ejercicio que haga, entonces recurre a este tratamiento", señalan.
Otras diferencias con la clientela femenina que destacan en las clínicas es que, si bien el varón es menos tolerante con el dolor, también se muestra más constante. Como afirma Sandra, de Bethel Spa, "son muy fieles a la hora de seguir un tratamiento. Una vez que se deciden, cumplen hasta llegar a su objetivo, incluso más que las mujeres".
Los tratamientos masculinos más solicitados
Botox. Es el nombre comercial para la toxina botulínica, la cual se inyecta y paraliza temporalmente los músculos faciales que causan arrugas.
Mesoterapia. Consiste en microinyecciones de fármacos, vitaminas o minerales para reducir el peso, combatir la celulitis, solucionar la pérdida capilar o tratar las arrugas y cicatrices. En los hombres, la más frecuente es la mesoterapia reductora, es decir para adelgazar.
Peeling. También traducido como "pulido", es una exfoliación cutánea realizada para renovar las capas superficiales de la piel provocando un recambio celular acelerado, así la deja más luminosa y menos grasosa.
Hilos tensores. Es una alternativa para no llegar al lifting, si bien tiene el mismo efecto. Se trata de una cirugía pero con menor tiempo de recuperación, así como menos hematomas y cicatrices.
Liposucción. A nivel del cuerpo, es la técnica más utilizada para tratar la adiposidad localizada, como los famosos "rollitos".
Depilación definitiva. Por medio de sesiones de láser, se elimina por completo el vello de la espalda, el pecho y también el rostro.
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