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La noche más romántica de Sara Carbonero e Iker Casillas durante y después de la fiesta

Tras el famoso y comentado beso de Iker Casillas a su novia, Sara Carbonero, delante de las cámaras después de la victoria de la Roja en el Mundial de fútbol, la pareja ha decidido vivir con total normalidad su noviazgo.

La reportera y el capitán, a quien ya veíamos sentados juntos en el avión de vuelta de la Selección, aparecían de la mano y abrazados en la gran noche de celebración, dejando claro que, por encima de sus respectivas celebraciones, están juntos y quieren vivir estos momentos de alegría con la espontaneidad y naturalidad de cualquier otra pareja.


Una vez se puso punto y final al recorrido de los jugadores y la posterior celebración en la explanada del Rey y Sara hubo cumplido con su trabajo en la retransmisión para Telecinco de la multitudinaria fiesta por las calles de Madrid, la pareja se reunió para acudir, como el resto de los compañeros del equipo y sus respectivas parejas a cenar a un conocido asador del centro de Madrid.

Sin embargo la pareja del Mundial no quiso esperar a terminar sus respectivos compromisos profesionales para dar rienda suelta a su pasión dedicándose un recital de besos y abrazos. Así, mientras ella trabajaba en el backstage del concierto entrevistando a los héroes y también al gran número de VIPs que acudieron a felicitarlos, Iker se escapó un momento para charlar un rato a solas con su chica, a la que volvió a besar en público, aunque esta vez algo más íntimos.

Sara intentaba de nuevo mantener el tipo, aunque se le notaba mucho más relajada que en la escena del espontáneo beso en directo.

La pareja más famosa del momento acudía a la cena de la mano, e incluso abrazados, derrochando gestos de complicidad y cariño. Iker, al igual que el resto de los chicos, con la equipación deportiva con la que celebraron su gran día en Madrid, y Sara, con el favorecedor vestido rojo con el que realizó las conexiones en directo para la cadena para la que trabaja.

Como dos enamorados más, Sara e Iker abandonaban el restaurante camino de la discoteca madrileña, sin nada que esconder y dejándose fotografiar en esta actitud cómplice tanto por aficionados como por los reporteros gráficos que cubrían los últimos actos de celebración del gran día de la selección. Una vez dentro de la discoteca, Iker, a pesar del cansancio, se dejaba querer por sus fans, y la periodista, que se despidió de sus compañeros de retransmisión "hasta después de vacaciones", no se separaba de él.

La pareja de moda, que vive su momento más dulce después de que su relación estuviera en el punto de mira en el comienzo del Mundial por la posible influencia de la periodista en la concentración del cancerbero, no pudo sin embargo esperar a la cena y a la fiesta para dar rienda suelta a su pasión. Y es que si algo han dejado claro gracias al beso es que entre ambos hay mucha química.

Cuando el reloj rondaba las seis de la mañana, el jugador y la periodista abandonaban la discoteca, de la mano una vez más y sin esconder lo que desde el pasado mes de febrero es una relación sentimental en toda regla. En la calle del local cogían un taxi. Sólo ellos saben el destino, pero ni uno ni otro tenía que acudir este martes a su puesto de trabajo.

Teniendo en cuenta la promesa hecha por Iker si España ganaba el Mundial, sólo cabe esperar a ver a San Iker casado o rapado. La periodista, en los pasillos de Telecinco, ya dijo a Jorge Javier Vázquez que "se rape, que seguro que queda bien". Así las cosas, parece que la boda tendrá que esperar.

El Semanal Digital

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