Forjado en El Norte de Castilla de su Valladolid natal, fue compañero de interviú en la primera etapa de la revista, primero como delegado en Madrid y luego como jefe de información política, al frente de la sección de Cortes. Una sección que en mayo de 1981 se convirtió en el suplemento Tiempo de Hoy , hasta que un año más tarde emprendió el vuelo como revista independiente, de la que Julián fue fundador y primer director. Una labor que fue recompensada con el Premio Larra de Periodismo en 1983.
Dentro de su vinculación con el Grupo Zeta, Lago formó parte del equipo fundador de El Periódico de Cataluña , en el que ejerció de subdirector. En 1987 fue nombrado director general de publicaciones del grupo, cargo que abandonó para fundar, en 1988, la revista Tribuna. Tras un lustro al frente de este semanario, dio el salto a la televisión con un programa que le lanzaría a la fama: La máquina de la verdad, de Tele 5. Por el célebre polígrafo pasaron multitud de famosos, como Antonia Dell’Atte, cuyos polémicos comentarios vertidos contra Ana Obregón les costaron muy caros a la italiana y al periodista, que tuvieron que pagar, tras un sentencia judicial, 180.000 euros a la actriz. Polémico siempre, Julián dirigió y presentó otros dos programas de televisión: Misterios sin resolver y Por hablar que no quede, ambos de Tele 5, y colaboró como tertuliano en distintas emisoras de radio.
Hace un año, publicó el libro Un hombre solo , en el que criticaba los excesos del periodismo actual. Harto de todo, junto a su nueva compañera se marchó a vivir a Paraguay, donde había emprendido varios proyectos de cooperación con los indios guaraníes. Allí fue atropellado el 14 de mayo por una moto que le ocasionó graves lesiones cerebrales y que lo mantuvo en coma hasta que un fallo multiorgánico acabó con su vida el pasado 4 de agosto. Si hay algo más allá, ya se encargará él de decírnoslo, pero tal como nos enseñó, no lo hará ahora, sino después de la publicidad. Sabremos esperar.
Dentro de su vinculación con el Grupo Zeta, Lago formó parte del equipo fundador de El Periódico de Cataluña , en el que ejerció de subdirector. En 1987 fue nombrado director general de publicaciones del grupo, cargo que abandonó para fundar, en 1988, la revista Tribuna. Tras un lustro al frente de este semanario, dio el salto a la televisión con un programa que le lanzaría a la fama: La máquina de la verdad, de Tele 5. Por el célebre polígrafo pasaron multitud de famosos, como Antonia Dell’Atte, cuyos polémicos comentarios vertidos contra Ana Obregón les costaron muy caros a la italiana y al periodista, que tuvieron que pagar, tras un sentencia judicial, 180.000 euros a la actriz. Polémico siempre, Julián dirigió y presentó otros dos programas de televisión: Misterios sin resolver y Por hablar que no quede, ambos de Tele 5, y colaboró como tertuliano en distintas emisoras de radio.
Hace un año, publicó el libro Un hombre solo , en el que criticaba los excesos del periodismo actual. Harto de todo, junto a su nueva compañera se marchó a vivir a Paraguay, donde había emprendido varios proyectos de cooperación con los indios guaraníes. Allí fue atropellado el 14 de mayo por una moto que le ocasionó graves lesiones cerebrales y que lo mantuvo en coma hasta que un fallo multiorgánico acabó con su vida el pasado 4 de agosto. Si hay algo más allá, ya se encargará él de decírnoslo, pero tal como nos enseñó, no lo hará ahora, sino después de la publicidad. Sabremos esperar.
0 comentarios:
Publicar un comentario