Una producción para un especial de belleza ha sido la mejor medicina que la española Inés Sastre podía encontrar para tomarse unos días alejada de París y recuperarse de la que ya es su última ruptura sentimental. Hasta las Islas Mauricio se ha ido en compañía de los estilistas y fotógrafos para realizar unas imágenes de promoción con Lancôme y poner muchos kilómetros de distancia con Jean Luc Delarue, el periodista que la enamoró el pasado mes de noviembre y con el que ya no sale desde hace casi un mes.
Nada se sabía de este fracaso sentimental si no fuera porque el propio Delarue lo ha confirmado en unas declaraciones realizadas a «Le Soir Magazine» donde anuncia que ya no están juntos pero que aún es pronto para hablar de los detalles. Si sorpresa ha sido para los medios conocer este final, ni que decir tiene la cara que se le ha quedado a la bella Inés cuando le han contado que ha sido su ex el encargado de notificar su situación sentimental y ponerla de nuevo en el titular de las crónicas rosas.
Lo cierto es que ha sido sólo con Delarue cuando Inés ha aceptado posar y confirmar que tenía un nuevo amor. Nada más empezar a salir le nombraron redactor jefe de la revista Gala y de ahí que la convenciera para posar juntos y dar la noticia en la que ya era su revista. Ciega por el amor, Inés claudicó y aceptó dar unos pasos que nunca antes había realizado, y de ahí que semanas después viajara hasta Madrid con su enamorado para celebrar su cumpleanos y presentarlo a sus amigos de España.
«Llevan cerca de un mes separados, pero ya sabes que Inés no es partidaria de hablar de su vida privada», me dice su representante. «Está tranquila y centrada en su trabajo, en serio que está bien, recuperándose de una situación así, pero soprendida con la manera en la que se ha comunicado», añade. «Inés tenía mucha ilusión y de ahí que hiciera cosas que nunca habría hecho antes, como anunciar su relación», puntualiza la agente.
Polémico presentador y famoso en algunos círculos por el numerito que montó en un avión cuando viajaba con alguna copa de más, Delarue es en Francia todo un personaje. En cuanto a Inés, hoy su único amor sigue siendo su hijo Diego, fruto de su matrimonio con el abogado Álex Corrias, de quien se divorció al año y medio de la boda. Desafortunada en amores, una de las cosas que más rabia le da es cuando se dice que todos sus ex son millonarios. «A mí nadie me paga nada, como mucho la millonaria sería yo», suele decir. «Si Delarue va por algún sitio contando su historia con Inés, allá él. De todas formas, ella está tranquila porque es una mujer sin dobleces ni caretas. Tal y como se muestra es como realmente es. Divertida, simpática, responsable y muy alegre», añade su agente.
BEATRIZ CORTÁZAR | MADRID
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