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Amor al límite con Ashton Kutcher y Katherine Heigl

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (17/JUN/2010).- Sin que la cinta Ámame o muérete sea una confirmación de la ley que señala que los polos opuestos se atraen, Spencer y Jen son el claro ejemplo de que así es. Él busca una vida sin sobresaltos y que le permita borrar su intenso pasado como espía; ella necesita ponerle adrenalina a su aburrida vida de niña mimada.


Un viaje a Francia une a estos dos personajes, que tras una noche tejen una burbuja de enamoramiento de la que ya no pueden salir. El problema es qué tanto tiempo puede pasar antes de que el pasado de Spencer afecte la tranquila vida de Jen. La respuesta llega justo en el momento más importante de sus vidas.

Ashton Kutcher, quien hace de Spencer una atractiva arma mortal, se dice satisfecho con su participación en el filme; sin embargo, y pese a que el personaje le permite lucirse tanto física como interpretativamente, señala que no logró que el personaje fuera todo lo que él deseaba: “No me iban a dejar hacer una versión americana de James Bond, así que pensé que ésta iba a ser mi oportunidad”, bromeó Kutcher quien debe ejecutar un alto número de escenas de acción en el filme. “Me encanta todo el trabajo físico”, explicó al tiempo que añadió que lo suyo son “los coches rápidos, las armas y las mujeres”, por lo que el papel quedó hecho a su medida.

El interpretar a un “matón a sueldo” fue una novedad en la carrera de Kutcher, quien tuvo que aprender artes marciales y buscó inspiración en “amigos que trabajan en seguridad privada” para dar forma a su personaje que decide ocultar su pasado a la mujer que finalmente se convierte en su esposa.

En este apartado el actor se ve identificado pues afirma que “tener secretos es algo muy importante”, en referencia a las relaciones de pareja. “Nunca hay que contarlo todo, siempre hay que mantener misterio porque eso es sexy y nos hace más interesantes. En la película, mi personaje toma la decisión de dejar su trabajo por su mujer. Y realmente, lo que representa es el sacrificio. En una relación, si realmente te interesa que funcione, en cierto punto vas a tener que hacer ciertos sacrificios y encontrarás algunas cosas que pueden ser un poco incómodas. Y ése es el tipo de ancla que yo entiendo bien”, señaló recientemente el actor durante la gira de estrenos del filme.

Crece como productor

Para Ashton, salir de las comedias de la pantalla chica para entrar en el cine fue una transición sencilla; y en una industria donde gestar los proyectos que se protagonizan es una tendencia -para ejemplos Sandra Bullock y Will Smith-, Kutcher entró en la dinámica y Ámame o muérete es su cuarta producción. Justamente por esta responsabilidad de levantar un proyecto es que se involucró incluso en la selección del elenco.

Tom Selleck fue la figura que el actor consideró para interpretar al impetuoso suegro de Spencer, y resultó un acierto. “Tuve la idea de traer a Tom, quería a alguien que pudiera intimidar a mi personaje. Era difícil, ¿cómo podía intimidarse un asesino entrenado que puede matar a cualquiera? Por eso sabíamos que tenía que ser alguien físicamente formidable, con un estilo de personalidad dura. Yo pensaba prepararme muy bien físicamente, necesitaba actores muy grandes porque yo soy muy alto. Y no es tarea fácil, porque en el negocio del espectáculo por lo general son muy bajos.

Reto superado

El filme, con una inversión de 70 millones de dólares, ha logrado buena aceptación entre los fanáticos del actor, y significa un peldaño detrás de las cámaras pues su responsabilidad no sólo fue desarrollar la química correcta con Katherine, sino que debía responder por que la producción se ajustara al tiempo y presupuesto pactados, una tarea llena de complicaciones.

“Conseguimos una película de 100 millones de dólares, por apenas 70 millones. Y es bastante difícil, porque no contamos con el lujo de programar un plan B si algo llegaba a andar mal.

Cuando fuimos a Niza se suponía que todo tenía que ser hermoso y soleado, pero hubo demasiado viento y mucho frío. Después fuimos a Atlanta y tuvimos que parar el rodaje porque un rayo cayó en los generadores y no paraba de llover. En la escena del auto que cruza las rejas teníamos demasiada niebla. Y cada vez que pasaba algo así, había que reordenarlo todo para seguir adelante con la película, a tiempo y dentro del presupuesto”, relata el actor más entusiasmado por su trabajo como productor que por la intensidad de su personaje.

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