Este año ha sido prolijo en eventos en los que la realeza aporta su granito de glamour. Las princesas acuden a este tipo de ceremonias con vestidos y trajes de sus diseñadores de cabecera.
La boda real inglesa entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton ha sido el escaparate definitivo para verlas lucir sus mejores galas, como es el caso de la Princesa Tatiana Blatnik de Grecia, Máxima de Holanda o Letizia Ortiz.
Pero si este año alguien ha brillado con luz propia en sus apariciones públicas ha sido Máxima Zorreguieta. La esposa del príncipe heredero de los Países Bajos deslumbró a todos durante su visita a Berlín el pasado mes de abril. Máxima estaba radiante durante la cena de gala con un vestido de corte novia con cola.
Máxima ha perfeccionado su estilo con los años y ha sabido conjugar a la perfección elegancia y sencillez. La princesa no sorprende por la sofistificación de sus trajes, pero sí por su elegancia y naturalidad.
Por su parte, Letizia Ortiz marca tendencia allá donde va. Sus trajes ceñidos con pliegues y distintos acabados y su apuesta por colores sofisticados han recibido el aplauso de muchos estilistas de moda de todo el mundo.
Aunque Rania de Jordania sigue estando en el top five de las princesas más elegantes, su look ya no es tan impactante como hace un lustro. No sería preciso decir que Rania ya no marca tendencia, porque su elegancia y sus modelos son finísimos, pero ya no es una 'royal trendsetter'.
Pero si alguien ha dejado a medio mundo extasiado con sus aparaciones, esa ha sido la jequesa de Qatar, Mozah Bint Nasser. Elegida una de las mujeres más elegantes, Sheikha Mozah, la segunda de las tres esposas del emir de Catar, derrocha belleza y saber estar, sin romper las tradiciones de su país.
Tatiana Blatnik, princesa de Grecia, es la elegancia personalizada. Pasa más desapercibida que Letizia o Rania, pero su estilo innato no tiene nada que envidiar.
/www.hoymujer.com/
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