Las lágrimas de Jesulín

Jesús rompe a llorar. No lo puede evitar cada vez que recuerda el trágico accidente de tráfico que a punto estuvo de costarle la vida en septiembre de 2001. «Hay una cosa que nunca se me va a olvidar: cuando un hombre me estaba alumbrando con una linterna y dijo: ''Señores, está agonizando lo levantamos o se muere"», comenta ante las cámaras en un salón de Ambiciones. Acto seguido, a María José se le saltan las lágrimas y se abraza a él.

Y es que aquellos días no sólo fueron los más difíciles de su vida, sino también un momento de prueba que ayudó a consolidar su relación. «Recuerdo el día que me fui a casa. Me ayudaron a vestirme porque yo no me podía agachar, dejé a un lado el andador, cogí dos muletas y comencé a caminar.

Justo en la puerta, me ofrecieron una silla de ruedas y entonces dije: "No, mis cojones salen andando por esa puerta"», explica el torero de Ubrique que, bajo la mirada cómplice de su esposa, relata cómo «a partir de ese instante se inició toda una lucha para ponerme bien. Afortunadamente lo conseguí».

Recuerdos, vivencias, experiencias imborrables... Todos estos detalles forman parte del reportaje que en exclusiva ofrecerá el próximo lunes por la noche Antena 3.

Por primera vez en más de una década, Jesulín abre las puertas de Ambiciones a un equipo de televisión y rompe su silencio para mostrar cómo es su día a día y el de su familia.

Atrás quedan aquellas imágenes de un diestro veintañero que tenía como mascota a un tigre llamado «Currupipi» y que acumulaba más ropa interior que pañuelos blancos en sus salidas a la plaza.

En «Jesulín de Ubrique: 36 horas en Ambiciones», se muestra a un ganadero y padre de familia de 35 años que habla a corazón abierto sobre su trayectoria profesional en los ruedos y su incursión en el mundo de la música con aquel «Toa, toa...», pero también sobre sus tareas cotidianas y muestra los rincones preferidos de su hogar, incluidos la capilla, el museo de trofeos y trajes de luces.

Los reporteros han convivido durante un día y medio con el diestro para comprobar que Jesulín ya está inculcando a su hijo Jesús, con apenas dos años y medio, su pasión por el arte de cúchares. «Éstos son el capotito y la muletita de mi hijo, todavía no los ha estrenado, pero está todo preparadito para que en cuanto día algo nos pongamos al lío», muestra orgulloso entre risas mientras su esposa, María José Campanario, le entrecorta: «Le podías haber regalado un balón; yo prefiero que sea futbolista porque se hacen menos daño».

Acoso mediático Pero no es Jesulín el único que toma la palabra en este documental. Amigos, compañeros y periodistas analizan al torero.

Campanario también se sincera ante las cámaras para reconocer que «al principio, cuando le conocí, me costó convencerme de que lo que él me estaba diciendo sobre nuestro amor era verdad, sobre todo por la fama que por aquel entonces tenía mi marido».

Tentada en más de una ocasión para sentarse en un plató de televisión, bien para hablar de su vida privada bien como contertulia, María José sobre el acoso mediático que sufren desde entonces y la tensión permanente «porque miden todos y cada uno de tus gestos, si contestas o no, todo se tergiversa e interpreta».

«Conozco a Jesulín desde que empezó a despuntar en las plazas y, además, participé en la retransmisión de aquella corrida que hizo para las mujeres, y puedo decirte que sigue siendo el mismo», explica la periodista Rosa Villacastín, que participará en «Pánico en el plató», el otro programa de Antena 3 que se emitirá en las próximas semanas y que también tendrá como protagonista al de Ubrique.

«Sigue siendo una persona natural y sin dobleces, a pesar de los palos que le ha dado la vida y de la exposición permanente de Belén Esteban en los medios», comenta Villacastín, convencida de que el documental del próximo lunes permitirá al espectador «comprobar la sincera compenetración que tiene con su mujer, en cada gesto y en cada mirada, además de descubrir en María José a una mujer con un gran sentido del humor».

«El problema es que los periodistas nunca hemos dejado que ella se muestre como la mujer divertida que es, porque siempre la hemos abordado con escándalos y cuestiones poco agradables», señala la periodista Carmen Pardo, que revela además que Campanario «tiene una memoria privilegirada para los chistes y es, incluso, más divertida que Jesús».

Al paso, Pardo tiene un titular para el reportaje: «El amor no se puede fingir». Y es que ella misma lo ha comprobado en un reciente acto público en Jerez en el que acompañó a la pareja y «pude comprobar lo enamorados que están los dos.

Incluso me atrevería a decir que Jesús está incluso más pendiente de María José, y eso que ella siempre está al tanto de lo que le ocurre».

De ahí que Carmen lamente que «quienes se dedican a atacarlos un día sí y otro también ahora comenten sin argumento alguno que Jesús está esperando a que pase el juicio de la "operación Karlos" para abandonar a su esposa».

Con estos precedentes, y después de los ataques recibidos por su ex y la actuación del Defensor del Menor para velar por los derechos de su hija Andrea, ¿es este un momento adecuado para saltar a la palestra? «Hagan lo que hagan, Jesulín y María José van a estar siempre en boca de todos y seguro que se los acusa de querer hacer un lavado de imagen.

Lo cierto es que él tiene una personalidad arrolladora y creo que se merece un respeto como artista y torero que es», sentencia Villacastín. «Habrá que ver cómo le sienta todo esto a Belén, porque no se la menciona para nada y ella seguro que preferiría lo contrario», apostilla la veterana periodista.

«Le quiero por encima de todo» «Si no hubiese amor, no estaríamos juntos».

Así de contundente se muestra la esposa de Jesulín de Ubrique, María José Campanario, cuando repasa las dificultades por las que han atravesado desde que se conocieran cuando ella tenía 23 años.

El 28 de noviembre de 2001 pasaron por el altar y tienen dos hijos: Julia y Jesús. En el documental «Jesulín de Ubrique: 36 horas en Ambiciones» se podrá ver a la castellonense y técnico de laboratorio dedicarse a tareas tan cotidianas como preparar una tortilla francesa.

Madre y esposa, María José acalla los constantes rumores de separación entre ambos asegurando que «quiero a mi marido por encima de todas las cosas».